¿Qué sabemos sobre Basílica de Nuestra Señora del Pilar?
La Catedral-basílica de Nuestra Señora del Pilar, es una iglesia católica romana en Zaragoza, Aragón, España. Es la iglesia barroca más grande y una de las más importantes de España y tiene el rango de catedral de la Archidiócesis de Zaragoza. Su nombre se remonta a una tradición según la cual la Virgen María, la madre de Jesús, se apareció al Apóstol Santiago el Mayor, que se encontraba predicando a orillas del Ebro. La virgen se apoyó sobre una columna o pilar, alrededor de la cual se construyo el primer templo cristiano mariano.
Numerosas iglesias se han construido alrededor de la columna una tras otra. La primera era una pequeña capilla para guardar el pilar. Tras la Reconquista de Zaragoza bajo el rey Alfonso I en 1118, se construyó una iglesia románica, que fue dañada por un incendio en 1434. La iglesia fue reconstruida en estilo gótico con elementos mudéjares. El actual edificio barroco se debe a ampliaciones y reformas realizadas entre 1681 y 1754 según planos del arquitecto Francisco de Herrera, el Mozo, designado por una comisión presidida por Juan José de Austria, por entonces Virrey de Aragón. En su forma actual, el edificio tiene 130 m de largo, 67 m de ancho y once cúpulas.
El edificio rectangular con cuatro torres en las esquinas parece simétrico desde el exterior, el interior está dividido en una nave con tres cúpulas y dos naves laterales, cada una con cuatro cúpulas. Una clara orientación en el sentido longitudinal sólo resulta de la Santa Capilla y del altar mayor y coro tomados del edificio anterior.
La Santa Capilla forma un espacio semiabierto dentro de la parte este de la basílica, que fue añadida al nuevo edificio en 1725 por Ventura Rodríguez. Eligió una forma de cúpula ovalada, que está abierta en la parte superior y se complementa con semicúpulas en los laterales. Dado que la construcción se sostiene sobre cuatro pilares principales de la basílica, los muros se reemplazan por columnas y se puede acceder desde tres lados, formando el altar el muro hacia el interior de la iglesia. En su centro hay una escultura de mármol blanco y bronce dorado que representa la llegada de la Virgen María, a la izquierda un grupo de siete personas que, según la leyenda, fueron convertidas por Santiago el Mayor antes de que María apareciera sobre una columna para sostenerlo. . Este pilar se encuentra en el lado derecho de la capilla, pero también es accesible a los fieles desde la parte posterior de la capilla. Sobre él se alza una pequeña estatuilla de la Virgen María realizada en madera dorada, que está rodeada de ricos ornamentos.
Un elemento del techo abovedado en la parte este de la nave, frente a la Santa Capilla, fue decorado en 1772 por Francisco de Goya con el fresco La Adoración del Nombre de Dios. Este es el primer encargo de Goya en Zaragoza tras su regreso de Italia. Posteriormente decoró la cúpula de la nave norte, la Regina Martirum (Reina de los Mártires), con otro fresco. En una vitrina se exhiben dos bocetos de la obra.
Además de varios obispos y arzobispos zaragozanos, en la iglesia descansa también san Braulio, y el general José Rebolledo de Palafox y Melzi, defensor de Zaragoza durante las guerras napoleónicas.
Una curiosidad dentro de la Basílica del Pilar son dos bombas aéreas expuestas cerca de la Santa Capilla. Durante la Guerra Civil Española, la madrugada del 3 de agosto de 1936, un avión republicano bombardeó la basílica. Lanzó tres bombas, ninguna de las cuales explotó. Una bomba cayó unos metros frente a la basílica, otra atravesó el techo y la última cayó cerca del mural de Francisco de Goya. Los creyentes atribuyeron a la protección de la Virgen María el haber evitado que las bombas explotaran.
La basílica del Pilar cuenta con un mirador, en la torre del Pilar, desde la que se puede admirar toda la ciudad de Zaragoza. Un ascensor de cristal eleva a los visitantes, en veinte segundos, a 62 metros de altura, contemplando una espectacular panorámica del río Ebro y el centro histórico.